El Equilibrista (parte 7: La Repulsiva Equidad Humana)

Vanos serían mis esfuerzos por tratar de narrar lo que he vivido estos días...

La creación de este espacio (como lo he explicado docenas de veces) se debe a un cambio de filosofia en mi vida... la paz conmigo y con mi medio ambiente es primordial. El ser de odio que todo humano carga adentro no debe ser aplacado: debe ser evaporado. Sólo el equilibrio de emociones nos llevará hacia la luz.

Pero ese camino no es fácil... y, por todos los dioses de todas las creencias, juro que he intentado seguirlo. Pero esta vez mi tolerancia no llegó al límite... simplemente lo rebasó de forma absoluta.

La rabia sigue carcomiendo hasta el polvo mis huesos... no es fácil ser testigo de lo que he presenciado y mantener la cordura (o lo que quedaba de ella anteriormente). No son pruebas que esté listo para superar y aún así me enfrenté a éstas.

A veces la vida y la naturaleza comete errores aberrantes, que los hombres y mujeres de este mundo hacemos más grandes tratando de hacer sentir esas fallas como parte de nuestra sociedad.

Idiota, muy idiota sería pensar que estoy hablando de razas, de géneros de poder adquisitivo o apariencias. Como entes no debe existir la más mínima diferencia...

Pero como seres... no ha existido y seguramente no existirá palabra o hecho que me convenza de que todos valemos lo mismo...

Uno debe cuestionarse muy seriamente la factibilidad y funcionalidad de la equidad, la democracia y la tolerancia, cuando una mierda super desarrollada (porque ni a humano a media evolución llegan) con un par de neuronas de función sináptica defectuosa y con la única gracia de balbucear y convulsionarse epilépticamente de forma vertical (y en un arranque de egocentrismo llamarlo moverse), es capaz de escupir sus degradadas incoherencias y tener la osadia de levantar su asquerosa malfomación extrema al final de su hombro hacía una persona docta...

Carajo: ¿quién les dijo que somos iguales? Quién en su más depravada e impúdica ignorancia se atrevió a graznarles que valen lo mismo que uno?

Corto se queda el sadismo extremo de sueños humedos y utopías snuff comparado con el castigo que debería conllevar la bravura de aquellos que menciono que piensen siquiera levantarnos la mirada como iguales...

Ilesos están porque no era adecuado, salvos están porque me causa una repulsión absoluta siquiera pensar en embarrarme la mano de su repugnante existencia...

Privilegiados y merecedores de los cielos se creerían, de tan solo sentir mi ser bendiciendoles con dejar que su masa física se torne amorfa y purificada a través de mis manos...

Dignos de respirar el mismo aire que yo se jactarían, de haber dejado que su lodosa sangre perdiera su asquerosidad y fuera digna de circulación al salpicarme la cara...

No... (y que la filosofía de luz que sigo sepa perdonarme, pero) no somos iguales...

La pluralidad es una falla.
La democracia, una necedad.
La hermandad del ser, una estupidez.
La igualdad entre los humanos: una aberración...


Esto no se quedará así...