El Odio Orgásmico

El darte de frente con la realidad y no valorizar esa cortada en la frente que semejante choque te provoca, no puede entenderse de otra forma más que ignorancia e inmadurez pura ante la vida.

No puedo decir que aquel tercer ojo que se desarrolla dentro de mi altEr3go apareció espontáneamente. Todo es a causa y aprendizaje de los últimos acontecimientos... todo tiene una buena explicación y todo ello es bastante perjudicial para mi equilibrio y es un puente devastado en mi sinuoso camino óctuple.

Lo sé, lo comprendo, lo juzgo adecuadamente... pero no puedo (o ta vez no quiero) corregirlo.

Ahí sigue... se ha alojado y se ha puesto cómodo... un demonio vencido mucho tiempo atrás se levanta y se impone al resto de sus iguales... es ahora omnipresente y las azúles melodias de los otros se pierden entre la respiración del recién llegado.

Y no debería permitirlo, pero la perversión es más grande que mis esfuerzos por dejar mi mente en blanco... ese dolor que me provoca sentir tanto odio se transforma hipnóticamente en un extenso placer.

Todo ello a partir de esto: fundido en la furia de haber alojado en el pasado pensamientos racionales hacia bestias barbáricas que un día se encontraron de frente con la decadencia y que ardo en deseos de borrar definitivamente de mis recuerdos... y del planeta.

¿Quién cayó más bajo? ¿aquel que en el presente vive intencionalmente para asesinar su ya moribunda pseudointeligencia disfrazada de sabiduria hueca en temas vanos? ¿o yo que me encapriché en obligar a un mono a levantar sus dos extremidades delanteras?

Ese tipo de seres habían caído a mi cajón del olvido... ahora no puedo dejar de maldecir la hora en que mi camino se cruzó con el de un vulgar ladrón de oxígeno...

Pero me mantengo mentalmente sobrio en estos momentos. La furia esta presente, pero se apagará, tal vez primero, pero no demasiado antes, que el funcionamiento sináptico de aquellos que no merecen tener en su cabeza una neurona funcional y que, inconscientemente sabedores de ello, se dedican a destruirlas día tras día. Sólo es cuestión de esperar el balance kármico en todo esto.

Brindo pues por estar presente el día que te hundas hasta el fondo...